Guadalajara y Zapopan: Enrique Ibarra

Jal.| 22 nov. 2014

Guadalajara, la "Clara ciudad" de Agustín Yáñez y Zapopan, la "ex Villa Maicera", son las reinas de la corona de Jalisco. Sin menosprecio a los demás municipios, estas ciudades, que cuentan con un gran patrimonio tanto cultural, como histórico, representan el corazón político y electoral de todo el Estado.

Históricamente, quienes han llegado a gobernar alguno de estos municipios se convierten en candidatos naturales a ocupar el mayor cargo que existe en el Estado.

Esta semana, Aristóteles Sandoval apadrinó al ex secretario de Finanzas, Ricardo Villanueva y lo destapó al más puro estilo priista. En un acto que recuerda a los tradicionales ceremonias de dedazos, el impulsor de MiBici se convirtió en la carta fuerte a la presidencia municipal de Guadalajara, una noticia que se veía venir.

La renuncia del secretario, tomada desde el despacho del Gobernador, no ha sido la única decisión política que se ha operado en Palacio de Gobierno de cara al proceso electoral de 2015. En los mentideros, se reafirma la versión de que la Secretaría General de Gobierno es la principal promotora de la alianza entre el PAN y el PRD, así como de la designación de Alfonso Petersen para encabezar la posible coalición azul-amarilla para dividir el voto. Los intentos de lavar la cuenta pública del 2009 del ex-alcalde tapatío, que tiene observaciones por 226 millones de pesos, refuerzan esta hipótesis.

En su columna del fin de semana pasado publicada en El Informador, Enrique Toussaint, asegura que estas elecciones intermedias serán las primeras donde por la fuerza competitiva de Movimiento Ciudadano, se romperá el bipartidismo que por décadas encarnaron el PRI y el PAN.

Toussaint añade que otro de los factores que serán claves para el 2015 será saber por qué municipio contenderá finalmente Enrique Alfaro. De momento, el presidente de Alianza Ciudadana sigue sopesando qué ciudad puede ser la mejor para la aplicación del proyecto político y social que él encabeza.

Así, mientras Alfaro deshoja la margarita, y con el horizonte de 2018 más cerca de lo que parece, las fichas del tablero electoral se siguen moviendo en una carrera que será larga y en donde lo importante no será quien tenga la reacción más rápida a la hora del pistoletazo de salida, sino quien logre mantener un ritmo estable la mayor parte del trayecto.

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